Asistir al Congreso Nacional de Investigación en Educación Normal (CONISEN) 2024 en Victoria de Durango fue una experiencia emocionante y enriquecedora para mí como estudiante de la Licenciatura en Educación Primaria. CONISEN es un evento anual que reúne a profesionales, investigadores y estudiantes interesados en mejorar la calidad de la educación a través de la investigación y el intercambio de ideas. Este espacio se dedica a la presentación de ponencias, talleres y actividades enfocadas en las prácticas educativas innovadoras y los retos del sistema educativo mexicano. Desde que escuché sobre el evento, supe que sería una oportunidad única para ampliar mi formación docente. Las expectativas que tenía antes de llegar al congreso eran muy altas, especialmente por la posibilidad de aprender de expertos en educación y participar en talleres que impactarían mi futura labor como maestro. Quería explorar nuevas metodologías y teorías que pudiera implementar en mi práctica educativa.
Uno de los momentos más significativos fue mi participación en el taller de autocuidado de la salud mental y emocional: cuidarnos para cuidar mejor en las comunidades educativas. Este espacio no solo me permitió profundizar en los principios teóricos, sino que me brindó herramientas concretas para trabajar las necesidades emocionales de los alumnos y las propias. Aprendí estrategias que, sin duda, aplicaré en mi grupo de 4° grado para fomentar un mejor ambiente de aprendizaje y desarrollo emocional de mis alumnos. Además, las dinámicas del taller me motivaron a reflexionar sobre el impacto que puede tener la situación emocional de los docentes en el aprendizaje y desarrollo de los alumnos.
Durante el evento, también tuve la oportunidad de interactuar con otros asistentes, tanto docentes en formación como profesionales experimentados. Las conversaciones que surgieron durante los descansos y después de las conferencias fueron invaluables. Conocí a maestros de diversas partes del país que compartieron sus retos y logros en la implementación de nuevas prácticas educativas. Este intercambio de ideas me abrió los ojos a diferentes realidades y enfoques pedagógicos, lo cual me llevó a pensar en colaboraciones futuras con algunos de ellos. Entre ellos, conocí al Dr. Alexander Ortiz Ocaña, autor de diversos libros relacionados con la pedagogía, currículo, didáctica, epistemología y metodología de la investigación, tener una corta plática con él fue de lo más interesante, ampliando mi perspectiva sobre el desarrollo profesional y personal enormemente.
CONISEN 2024 también fue un espacio de profunda reflexión personal. Cada ponencia y taller me hacía cuestionar cómo puedo mejorar mis propias estrategias de enseñanza y adaptar lo aprendido a las necesidades específicas de mis alumnos. En particular, la ponencia sobre la educación socioemocional como eje rector de la intervención pedagógica en las fases 3 y 5 dentro del marco de la Nueva Escuela Mexicana me resonó de manera especial, ya que se relaciona en gran medida con mi tesis. Este congreso me permitió validar la relevancia del tema que estoy investigando y me inspiró a seguir profundizando en él.
Conclusión
Mi participación en CONISEN 2024 ha dejado una huella importante en mi formación docente. Este congreso no solo me ofreció nuevas herramientas para aplicar en el aula, sino que también me impulsó a repensar la manera en que concibo la enseñanza. Me llevo de regreso a mi práctica cotidiana la certeza de que el aprendizaje es un proceso continuo y que, como docentes, debemos estar siempre dispuestos a adaptarnos, innovar y aprender. CONISEN 2024 no fue solo un evento, sino un punto de inflexión en mi camino como futuro maestro, un recordatorio de que la educación es una responsabilidad colectiva que se nutre del intercambio y la colaboración.
Juan Carlos Rivera López