Repensando la tarea escolar desde la mirada de Francesco Tonucci.

Francesco Tonucci, pedagogo reconocido por su defensa de los derechos de la infancia, ha cuestionado durante años el sentido de las tareas escolares tradicionales. Para él, más que apoyar el aprendizaje, suelen convertirse en una obligación que poco aporta y que además le roba a los niños algo esencial: su tiempo libre. Tonucci insiste en que ese tiempo después de la escuela es fundamental porque permite
jugar, explorar, convivir y desarrollar autonomía, aspectos que la escuela no siempre puede ofrecer con la misma libertad.
Según su postura, muchas tareas carecen de verdadera utilidad educativa. Cuando se vuelven una rutina mecánica, dejan de ser una oportunidad para aprender y terminan siendo solo un requisito que los niños cumplen sin interés. Además, al ser iguales para todos, no toman en cuenta las diferencias, los ritmos ni la personalidad de cada alumno. Tonucci señala que las experiencias de la vida diaria —lo que los niños hacen, cuentan o descubren fuera de la escuela— generan aprendizajes más profundos que una actividad repetitiva en casa.
Para él, la escuela también pierde la oportunidad de conocer a sus alumnos cuando llena su tiempo con obligaciones. Si los niños no tienen espacio para jugar, para aburrirse incluso, para relacionarse o crear, la escuela tampoco puede recibir esos saberes que surgen de su vida real y que enriquecen el trabajo en el aula.
Ante esto, Tonucci propone cambiar la mirada: priorizar el juego y las experiencias libres, y construir una mejor relación entre la escuela y la familia. Si ambos espacios se comprometen a proteger el tiempo libre de los niños, es más probable que ellos lleguen a la escuela con nuevas ideas, historias y aprendizajes espontáneos. También sugiere replantear la evaluación: en lugar de centrarse en calificar al alumno, debería servir como una reflexión para los adultos, preguntándose si realmente están ayudando a cada niño a descubrir lo que sabe hacer y lo que le interesa.
En síntesis, Tonucci invita a pensar una educación más humana, que acompañe a la infancia y no la desgaste. Su propuesta no es eliminar la responsabilidad escolar, sino devolver a los niños aquello que necesitan para crecer: tiempo, juego y libertad para aprender también fuera del aula.

Dra. Yolanda González Ibarra